Este rio en esta zona se caracteriza por su escaso caudal,
además hay que sumarle que en este tramo libre sin muerte la pendiente del
mismo es pequeña lo que hace que abunden las zonas de aguas paradas y con poca
profundidad haciendo especialmente difícil su pesca. Así, a principios de
temporada podremos pasar más desapercibidos y usar moscas más grandes y lances
cortos o incluso poner las ninfas en las corrientes y chorreras, pero en
cambio  a medida que avanza la temporada
se vuelve un rio especial para pescar a seca, podremos pescar a pez visto con
relativa facilidad ya que es muy frecuente observar a las truchas en postura. 
Tambien
tiene zonas más sombrias en las que los lances deben ser cortos y
precisos si queremos tener buenos resultados. Un tramo muy variado y que
pone a prueba la tecnica y saber hacer del pescador.

LA JORNADA
 Un día de septiembre despejado nos invito a probar nuevos
montajes y a corroborar la eficacia de algunas de nuestras moscas.
Primera parada obligatoria en la localidad de Samos (Lugo)
para observar los grandes ejemplares que siguen poblando el tramo vedado de
esta localidad, justo al lado del Monasterio de Samos, un tramo que esconde
piezas de 1 y 2 kg que se pasean ajenas a los ojos del pescador y caminantes
que hacían una parada  en su caminata
xacobea.
Después de esa pequeña parada nos dirigimos a la parte
inferior del tramo,  y nos pusimos manos
a la obra. Al ser un rio pequeño y de montaña, las truchas no se muestran
demasiado exigentes en cuanto a las imitaciones que debemos utilizar, pero hay
ocasiones en las que dar con la mosca correcta marcará la diferencia.

Por la época del año y debido a la escasez de agua nos vimos
obligados a usar terminales muy finos pescando con pequeñas efémeras las zonas
de aguas paradas y más tranquilas, mientras que en las corrientes los tricos se
mostraron de lo más efectivos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *