Con ayuda de aquello que se tenía más a mano se conseguía igualar la pluma para después confeccionar las moscas ahogadas de León, con un simple trozo de azulejo, agua y una navaja. Una de las técnicas poco conocidas en la actualidad, pero utilizada por algunos de los más reconocidos maestros montadores de ahogadas clásicas leonesas (clic en la imágen para ir al artículo)
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