Son
las 9:45 AM del 19 de diciembre de 2010 cuando un grupo de
desaprensivos nos reunimos para pasar un día de pesca muy especial: un
día de pesca para los más pequeños en el “lago de pesca monte de
Jabares”. Tras unos cafés y cola cao para los peques ponemos rumbo al
lago, con la esperanza de que la niebla levante y la temperatura suba de
0º.
Nada
más llegar, las prisas y los meses de veda hacen mella y todos salimos
corriendo de los coches y nos apresuramos a montar los equipos y sacar
los permisos. Todos…menos los que aún les queda algo de sentido común,
que se arriman a la chimenea y empiezan a darle a las cartas. En pocos
años nos ganarán a todo, vaya fichajes.

Y
con todo listo, ¡al agua! Nadie sabe muy bien como atacar este lago.
Unos empezamos con streamers y ninfas, otros con cucharilla. Lo que está
claro es que no hay ninguna actividad en superficie ni parece que vaya a
haberla en toda la mañana porque la niebla no levanta. Las anillas de
las cañas sirven como indicador de que seguimos a bajo cero, y cada
pocos lances hay que entretenerse en quitar el hielo que se va formando y
llega a impedir que la línea se deslice a través de ellas.

 Los de cucharilla se deciden por cucharillas de los número 1 y 2  con
anzuelo sin muerte. Los de mosca por su parte utilizan aparejos de dos
moscas combinando lo que más les gusta: worms, huevas, blobs, streamers,
ninfas o alguna seca en tándem con una mosca hundida. Todo vale.
 
Al poco de empezar la primera trucha, un trabajo a medias entre Juan José y Nogalani jr.  que
termina con la primera captura en la sacadera. Tira como un demonio y
les cuesta un rato hacerse con ella. Al final y para dar ejemplo, la
trucha al agua, las caras son un poema, sobre todo la del padre.
El día es realmente duro hasta las 13 h en que el sol hace acto de presencia  y alguna trucha decide comer en superficie. Esto va a ser lo  que
me salve del bolo. Con un tándem de seca y ninfa consigo o que varias
horas rastreando el fondo con una línea intermedia y todas las
combinaciones que se me ocurrieron no habían conseguido: soltar 3
truchas plateadas y peleonas.
Técnicas de pesca
Las
técnicas de pesca en lago no tienen nada que ver con las de río. En
este caso las condiciones eran las peores para la pesca: bajas
temperaturas, truchas pinchadas y con mucha defensa en un lago que llega
a los 5 m en el centro pero que comienza con 1 a 2,5 m de profundidad
en la misma orilla. El fondo, para empeorar las cosas, tenía abundancia
de algas.
En
estos casos lo más importante es encontrar la profundidad a la que
están las truchas y una vez lo hayamos conseguido, insistir ya que los
peces estarán “patrullando”  y las  picadas se
irán sucediendo. Para esto, es necesario adaptar los equipos, contando
con al menos una línea flotante, una intermedia y una sumergida para
poder pescar todas las capas de agua y con todas las técnicas: seca,
tándem, streamer, quironómidos, ninfas y boobies.
Otra
cosa a tener en cuenta es la posición del sol y la dirección del
viento. Normalmente es más productivo pescar con el viento de cara. Esto
es así porque el viendo arrastra la comida que pueda estar en
superficie, concentrándola en la orilla batida por el viento, y los
peces irán allí. En cuanto al sol, es también mejor tenerlo de cara o de
lado, pero nunca de espaldas. Esto es así por dos razones: no proyectar
sombras sobre el agua y aún más importante, a los peces no les gusta
mirar al sol de frente. Tan sólo hay que pensar cómo nos es más fácil
coger una pelota: de espaldas o de cara al sol.
Al
final, y dejando las truchas comiendo en superficie, nos llegó la hora
de “cebarnos” también. Aquí está la imagen de la sección infantil
disfrutando de su día, ellos fueron los verdaderos protagonistas.

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